Hatha-Vinyasa es una combinación de posturas prolongadas y flujos más rápidos para una práctica integral. Cada secuencia se crea con atención y cariño para mejorar el equilibrio, la fuerza, la movilidad, la conexión y la fluidez. El Hatha yoga puede incluir Pranayama (trabajo de respiración) y Asana (posturas físicas). En las secciones de Hatha de nuestras clases, mantenemos las posturas durante un período prolongado, generalmente unas pocas respiraciones o más. Durante este tiempo, nos tomamos el tiempo para observar las sensaciones que surgen en el cuerpo único de cada persona, explorando opciones para estabilizar, movilizar, fortalecer o profundizar, según las necesidades del día y de la postura. Reconocemos que esto será diferente para cada persona y para cada día. No enseñamos un estilo de yoga único, sino que te damos el tiempo y las herramientas necesarias para explorar diferentes variaciones de las posturas y encontrar la que mejor se adapte a ti. Se fomentará la concentración en la respiración con frecuencia para centrarse en la postura y fomentar la armonía de mente, cuerpo y respiración. El yoga Vinyasa también incluye pranayama y asana. En las partes de vinyasa de nuestras clases, nos movemos con fluidez, siguiendo un sistema de respiración y movimiento. Holly define esta parte como una intrincada danza entre mente, cuerpo y respiración. Esta parte suele constituir la parte central de nuestras clases (a menudo mediante saludos al sol), donde se realiza un calentamiento seguro y se está listo para moverse. Notarás que estos flujos pueden convertirse en una forma de meditación en movimiento; no hay tiempo para pensar, por ejemplo, en qué almorzarás; el flujo constante y la combinación de respiración y movimiento te obligarán a permanecer en el aquí y ahora. Este movimiento fluido al unísono con otros puede crear una energía increíble y cohesión grupal; sin embargo, siempre se anima a las personas a disminuir o acelerar el ritmo según lo necesiten para su práctica personal. Al final de cada flujo, nos tomaremos un tiempo para volver completamente a la respiración y para notar la energía y el calor que hemos creado en nuestros cuerpos, simplemente con el movimiento. Todas nuestras clases comienzan y terminan con una centración en el cuerpo y la respiración, conectándose con las intenciones y filosofías yóguicas, y tiempo para relajarse.